Esa fría noche, la cansada madre acostó a su pequeño, el niño con su infinita dulzura, la abrazó y le susurró al oído: “Por favor mamá, cuéntame un cuento más”. Quién puede negarse a esos instantes que quisiéramos eternos? Sin embargo, esa noche, mamá se había quedado sin repertorio; merodeó y merodeó por su cabeza buscando fabulas y fantasías, pero no encontró nada. Así que pregunto a su hijo: De qué quieres la historia amor? Tal vez, el chiquillo le daría una idea; seguramente querría escuchar una historia mágica; de dragones, unicornios y sirenas; de hazañas de guerreros, de niños y niñas que se convierten en héroes y vencen a los villanos. Entonces, el niño le dijo a su madre: “Cuéntame, quién es Latinoamérica?”.
La madre atónita, empezó a contar que Latinoamérica es una región maravillosa, llena de cultura, historia y biodiversidad, que alberga una veintena de naciones que …
- “Espera”, interrumpió el niño: “lo sé, pero quién es? Acaso una súper heroína?”.
En ese momento, la madre entendió que su pedacito de cielo, en efecto, quería una historia épica, cargada de valentía y coraje; entonces, empezó su relato:
- “Así es, Latinoamérica es una valiente y persistente mujer.
- “y tiene súper poderes?”, replicó el niño.
Por supuesto, su mayor poder es el amor, el amor a la libertad, a su tierra, a su pueblo. Ella es una valiente guerrera, es Policarpa Salavarrieta, Juana Azurduy, Juana Ramírez y muchas más que la historia no contó, comandando un enorme ejercito, de más de 600 millones de personas, que se enfila desde Baja California hasta la Patagonia, atravesando los Andes, el lago Titicaca, las cataratas del Iguazú, el río Amazonas, el Salto Ángel, las Galápagos, volcanes, desiertos y mares.
Con el amor como súper poder, ella no se rinde, lucha por sus hijos a quienes jamás olvida como las madres de la Plaza de Mayo buscando justicia. Ella se une a otras causas como las Damas de Blanco y se opone a dictaduras, aunque le cueste la vida, como las hermanas Mirabal. Apoya los derechos de otras mujeres, de hombres, niños y animales; ella es protagonista en movimientos estudiantiles y altruistas.
Ella es negra, es india, es mestiza y blanca; es Rigoberta Menchú luchando por los derechos de su pueblo, es Frida Kahlo, pintándole al amor y al dolor, por que ella acepta esa dualidad de la vida. Ella es Eva Duarte perdiéndole la batalla al cáncer, pero ganando la guerra por la legitimación de la participación de las mujeres en la política. También es Matilde Hidalgo graduándose en medicina y haciendo que su nación sea pionera del voto femenino. Además, ella escribe y deleita al mundo con su pluma, es Isabel Allende, Alfonsina Storni y Gabriela Mistral con su vestido negro recibiendo el Nobel de Literatura en Estocolmo.
La madre detiene su narración, trata de levantarse suavemente de la cama convencida de que su pequeño duerme, pero sin siquiera lograr moverse, el pequeño con sus ojos bien abiertos, le pregunta:
- Mamá, y por qué es tan fuerte?
La madre responde: Porque ella viene de un vientre aborigen, negro y blanco, de mujeres cacicas, yerbateras, parteras, agricultoras y amantes, por que aunque vuele lejos, ella nunca olvida lo que es, de donde viene, y a dónde va; ella lleva en su gran corazón a su pueblo, a su familia y a su tierra, se enorgullece y muestra al mundo su coraje. Y aunque ha ganado mucho, tiene todavía batallas y guerras pendientes, no descansa, no se detiene. Ahora debes dormir, mañana llegaremos tarde a la escuela.
- Esta bien mamá, pero prométeme que me seguirás contando historias sobre ella.