Como un guerrero espartano,
con mi caparazón armado,
acompaño al campesino
del cafetal al rio.
En mi profunda madriguera,
cuando el enemigo amenaza,
me enrollo en mi coraza
para evitar mi caza.
Pariente del pangolín,
él de Asia y África,
yo de América soy,
nocturno y cavador,
como insectos de color.
Quirquincho en quechua soy,
cuzuco en Costa Rica,
tatú en Paraguay y cachicamo en Venezuela.
pero aquí en esta linda parcela
Pepillo el Armadillo soy.