Son el secreto que se irá a la tumba,
la derrota que solo ellos supieron,
la aventura que jamás contaste.
Son el recuerdo lejano que no muere,
la lágrima que ellos secaron,
la moneda que compartieron.
Son los dueños de nuestras flaquezas,
los amos de nuestra sonrisa,
los cómplices de nuestro pecado,
el espejo de nuestros defectos.
Son enojo y carcajada,
perdón y reproche,
fuga y coraje.
Son quienes te devuelven la vida
cuando más lo necesitas,
eso y mucho más
son los verdaderos amigos.