Así, firme y sin quien lo detenga, el español conquista el corazón del planeta, pero cómo no, si es un idioma que inunda de alegría y pasión, que hace soñar y volar. El mundo quiere hablar en español, pero no solamente por razones académicas o laborales, sino para contagiarse de la cultura infinita que transmite la lengua de Cervantes, de Lorca, de Gabo, pero también de la música, las historias mágicas, los sabores y colores que solo en español se entienden, se trasmiten.
Para nadie es un secreto que el Español en Estados Unidos de América, sin ser todavía una lengua oficial, es un idioma hablado por más del 20% de la población y la tendencia es a aumentar. Es fundamental en la economía, los negocios y la política, pues 12 millones de latinos votaron en 2012 y se espera la participación democrática de 40 millones en 2030. Además, el migrante latino es sinónimo de creatividad, trabajo y disciplina.
Ahora, si nos vamos al otro lado del mundo, la historia no es muy diferente. Las cifras son bastante positivas para el futuro de esta hermosa lengua. El gigante asiático, por ejemplo celebra cada año en junio, una fiesta dedicada al español, promovida por la sede del Instituto Cervantes en Beijín. En China, el español es la segunda lengua extranjera más hablada y estudiada después del inglés, al punto que se evalúa la posibilidad de incluirla como obligatoria en los currículos escolares. El 15 de marzo de 2019 se fundó en China la Alianza de Español en Escuelas Secundarias.
Son justamente los niños y los jóvenes del mundo, quienes quieren aprender español y vivir la alegría de esta lengua. En parte gracias a la enorme influencia cultural que atraviesa continentes, ejemplo de ello, su música urbana caribeña, algo más que evidente, pues a abril de 2020 la canción Despacito de Daddy Yankee y Luis Fonsi es la canción más reproducida en la plataforma YouTube con cerca de 7 mil millones de reproducciones. Sin embargo, esa es apenas una de las razones, el mundo también está interesado en la cultura, las series, la gastronomía y la belleza latina. No hay duda que el español no es una lengua del futuro sino del presente que permite mejorar las competencias lingüísticas profesionales de las generaciones que entran al mercado laboral, y que además, invade de conocimiento a quien la aprende.
Para terminar, unos breves datos del reporte oficial del Instituto Cervantes, organización dedicada a la promoción y a la enseñanza del español y de la cultura española y latinoamericana. En 2019 había casi 483 millones de personas que tenían el español como lengua materna. A su vez, el grupo de usuarios potenciales de español en el mundo supera los 580 millones, es la segunda lengua materna por número de hablantes tras el chino mandarín. La invitación es entonces a sentirnos orgullosos de nuestra lengua a los que tenemos la suerte de hablar español, de cantarlo, de bailarlo, de sentirlo y a los que están aprendiendo que continúen embriagándose de una lengua que cuando llega trae al sol con ella.